Pocos lugares del mundo pueden presumir de albergar en tan poca superficie la densidad tan alta de ríos y lagos trucheros de Andorra. En un abrir y cerrar de ojos las opciones que ofrece este pequeño estado son innumerables, y poco a poco se ha hecho un hueco como destino de primer nivel en cuestión de turismo de montaña, actividades de naturaleza como la pesca, y sobre todo como ofertante de alojamientos de gran calidad.
Tal condensación de escenarios de pesca recrean un micromundo truchero en el que podemos contemplar todas las posibilidades: desde lagos intensivos de montaña con fácil acceso, ríos o torrentes escrupulosamente conservados en su estado original y, por supuesto, más de treinta lagos que bordean cumbres de picos a más de 2.000 metros de altitud en los que se combinan rutas de distintos kilometrajes con la recompensa de alcanzar un ibón de origen glaciar lleno de peces.
Uno de los cotos sin muerte de los ríos de alta montaña andorranos.
Cómo llegar en AVE (hoteles en Andorra)
Pese a su imagen remota y a una orografía tan peculiar, las comunicaciones con Andorra son excelentes, pudiendo llegar en poco más de cinco horas desde Madrid. El Principado no cuenta con ningún aeropuerto, pero se beneficia del trazado del AVE hasta Lleida, desde cuya estación parten líneas de microbuses directamente hasta Andorra con celeridad.
Además, desde Barcelona existen también líneas regulares de autobús con salida en el centro urbano y el aeropuerto. Por su parte, las estaciones de tren más cercanas son la de Hospitalet (Francia), a 3 km de la frontera, y la de Puigcerdá, a unos 80 kilómetros.
Pero si fáciles son los accesos, más aún son las opciones y la buena relación calidad-precio de sus alojamientos. La infraestructura hotelera cuenta con un abanico que va desde los pequeños hoteles rurales y familiares hasta los establecimientos de cinco estrellas como los de la cadena Hoteles Plaza, que ofrece un paquete de pesca y alojamiento muy económico. Si quieres más opciones para dormir, esta es la página oficial de los hoteles en Andorra.
Subiendo a los lagos de Pessons tras una caminata empinada.
No sólo pesca en los Pirineos
Si se trata de un viaje de ocio y pesca en familia, hay donde elegir en cualquiera de sus poblaciones aledañas o en la capital Andorra La Vella, que ofrece todos los servicios y el inevitable reclamo de las compras en una calle principal siempre en plena ebullición pero con el encanto que aportan los picos y moles pétreas que lo rodean. Además, otro de sus atractivos es la opción de culminar la jornada de pesca en el balneario de montaña más grande Europa, Caldea.
Una de las características de la pesca en Andorra es su facilidad para la gestión de cotos y licencias. Sin sorteos, sin esperas y sin excesiva presión de pesca. El resultado es la posibilidad de elegir en el día dónde y cómo queremos ir. Para ello sólo tenemos que poseer la licencia de pesca que se expede en diversos centros de turismo y comercio como Casa Pintat, así como el permiso para el coto deseado.
Lago de Pessons, abundante en trucha común.
En los ríos de alta montaña
El mapa fluvial se estructura en base a una hipotética “V” que forman los ríos Valira del Nord y Valira d´Orient, cuya unión en Escaldes da lugar al Valira. Entre sus tributarios destacan para la pesca algunos como el río de Incles, totalmente accesible en coche desde la carretera, el río de Os (también de buen acceso) o el río de Madriu, que recorre todo el sureste de su territorio a lo largo de un cómodo valle, al que se accede desde Escaldes.
Pero afortunadamente la orografía y el terreno abrupto permiten disfrutar también de otro de los grandes placeres de Andorra: descubrir la pesca en solitario adentrándose en cualquiera de sus arroyos cuyo acceso queda lejos de la carretera y sobre los que apenas se ejerce presión.
Pescando en un pequeño río truchero de alta montaña.
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