Algunos consejos para comprar una caña de mosca para trucha

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Cañas de mosca hay muchas, con medidas diferentes y características de potencia y acción muy distintas entre ellas, pero si nuestro objetivo es la trucha no todas valen. Se trata de un pez que requiere un equipo concreto y que funcionará mejor si además lo adaptamos a nuestro tipo de pesca, el tamaño medio de los ejemplares que queremos capturar y sabemos de antemano qué tipo de técnica vamos a emplear para elegir la caña: si es mosca seca o ninfa fundamentalmente.
Imaginemos que sólo queremos hacernos con una caña y que esto sirva como ejemplo para ir seleccionando cualidades en el modelo elegido. Lo primero que conviene tener claro es si queremos una caña potente, es decir, que sea capaz de lanzar más metros de línea y de mayor peso, o liviana para tener más tacto y precisión. Después, podemos elegir entre distintas longitudes y acciones en función de las sensaciones que buscamos tanto en el momento del lance como en el de la lucha con el pez.
cañas trucha

Cañas de distintas acciones y números para la trucha. Foto: H2 Alchemist.

Adapta de línea según la potencia de la caña para trucha

La línea de mosca o cola de rata se clasifica por la densidad y el peso de la misma, comenzando su catalogación en el número 1 y llegando hasta el 12 o 13 en el caso de las las líneas más potentes para mar. Para la trucha el rango adecuado va del 1 al 6-7 y cada caña está especialmente indicada para lanzar un tipo de línea, encontrando en su blank el número precedido habitualmente del símbolo #.
Las líneas de 1 y el 2 funcionan bien si pescamos en río pequeños, donde no necesitamos sacar muchos metros del carrete o si de antemano vamos a por truchas de escaso porte y que no superen los 20 o 22 cm, ya que de otra forma pondrían en apuros nuestro equipo. Los números 3 y 4, más usados, permiten adaptarse a cauces medios y tallas de peces más grandes, pero las cañas más versátiles y comunes son las del 5 y 6, que dan opción de lances en torno a los 20 metros y aguantan sin problemas los combates con truchas de varios kilos de peso. Sólo si se trata de pesca en embalses o se buscan ejemplares realmente grande convienen cañas para líneas mayores.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que la numeración de la línea también determina el tipo de mosca que es capaz de lanzar. Por ejemplo, una caña del 2 sería prácticamente incapaz de lanzar un pesado estrímer, así como una de 7 no es el mejor modo de pescar con moscas secas o pequeñas tipo efémera o tricóptero.
 Pescador de trucha.

Una línea adecuada es esencial para conseguir un buen lance. Foto: Joseph Bergen

La acción determina la flexibilidad

Una vez escogida la línea de la caña viene el turno de la acción, que determina la flexibilidad que demuestra al lanzar según la curva o parábola que describe durante ese movimiento. Aunque la mayoría de los fabricantes indican en sus cañas el tipo de acción, si es posible debemos probarla en el momento de hacer la compra con unos falsos lances, para verificar que de verdad cumple con nuestras expectativas.
Se dice que una caña es de acción lenta o blanda cuando la parte que describe una curva al lanzar es grande, cerca de dos tercios de la misma. Esto implica lances suaves y que duran más tiempo. Con ello se gana seguridad de que no vamos a partir el bajo de línea y más recursos para trabajar a la trucha, pero se pierde en precisión.
Las cañas de acción media, que se flexionan de un tercio a dos tercios de la caña, son más fáciles de usar para la mayoría de los pescadores y las recomendadas para el que se inicia, mientras que las cañas de acción dura o rápida, donde sólo se flexiona la punta, son útiles para los que buscan precisión, pero su firmeza puede dar problemas para luchar con la pieza y que ésta se desenganche del anzuelo.

Longitud de la caña de moscaCañas  de trucha.

Por último, el tercer factor clave es la longitud de la caña, donde sí se puede jugar algo más con las medidas. Para pescar a mosca seca, lo habitual es decantarse por un rango que va de los 8 pies y medio a los 9 pies y medio. Sin embargo, para pescar a ninfa y con señuelos lastrados, por la necesidad de controlar mucho más la picada y pescar al tiento, son más aconsejables longitudes mayores, por ejemplo 10 u 11 pies.

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